Asumimos con responsabilidad el compromiso de mejorar y regenerar nuestra madre tierra para las generaciones futuras.
Creamos nuestros productos con responsabilidad y conciencia en cada etapa, apostando por la transparencia para generar un impacto real. Nuestras certificaciones garantizan prácticas sostenibles, éticas y trazables. Este compromiso es posible gracias al trabajo de nuestras plantaciones aliadas, que nos ayudan a cultivar un futuro más justo, sostenible y consciente para todos.
Un vistazo a nuestra escencia












El Llano: Raíz de lo que somos
El Llano colombiano, con sus horizontes infinitos y atardeceres que cautivan, es mucho más que un paisaje: es el corazón fértil donde nace nuestro aceite 100% Palma Alto Oleico. En estas tierras, antes degradadas y hoy regeneradas, florecen cultivos sostenibles que respetan los ritmos de la naturaleza y honran a generaciones de campesinos orgullosos de su tierra. Cada gota de nuestro aceite lleva consigo la grandeza, la fuerza y la identidad de esta región, porque en DAO no solo cultivamos palma, sino también compromiso, calidad y futuro. Nuestro nombre es una declaración de origen y orgullo, reflejando que todo lo que somos y hacemos nace en estas sabanas, que nos inspiran cada día a producir de forma consciente, responsable y con el corazón. Para nosotros, el Llano no es solo un punto de partida, es el alma que impulsa nuestra visión y da sentido a cada paso que damos.


Biodiversidad: Sembramos vida, protegemos el futuro
En DAO, cuidar la tierra es nuestra promesa y compromiso. Nuestros cultivos de palma crecen sin deforestar, sobre suelos antes degradados y hoy regenerados, demostrando que la productividad puede ir de la mano con el respeto por la naturaleza. Entre sabanas vivas, aves, mamíferos, insectos y árboles nativos conviven en equilibrio gracias a prácticas agrícolas regenerativas, corredores biológicos y monitoreo constante de flora y fauna. Gestionamos el agua de forma responsable y utilizamos tecnologías limpias y procesos trazables, convencidos de que producir sosteniblemente no solo es posible, sino urgente. Cada litro de nuestro aceite refleja esta elección consciente: crecer sin destruir y reconocer que la biodiversidad también es parte de nuestra cosecha.
Cultura viva: El Llano que nos habita
El Llano colombiano no solo se recorre, se vive con todos los sentidos: en el sonido del arpa, el aroma de la leña y el sabor de cada plato. Es tierra de cultura vibrante, donde el joropo es resistencia y celebración, y la tradición se trabaja y se canta cada día. En DAO no solo cultivamos palma, cultivamos identidad, valorando el conocimiento ancestral y el trabajo digno de quienes son verdaderos guardianes del territorio. Cada gota de nuestro aceite lleva consigo la historia, el orgullo y el canto de una sabana viva, y la voz de un pueblo que mira al futuro sin olvidar sus raíces.
Por eso, cada preparación que llega a tu mesa lleva más que un buen aceite:- Lleva la historia de un Llano que se niega a ser olvidado.
- Lleva el canto de una sabana viva.
- Lleva la voz de un pueblo que sigue caminando con orgullo hacia el futuro.
